
Situado en el Valle del Tiétar, en la cara sur de la Sierra de Gredos, en Sotillo de la Adrada es un municipio lleno de vida, de historia y tradición, rodeado de un entorno natural espectacular.
Situado a una altitud de 636 metros, su disposición, al abrigo de los vientos del norte y en el nacimiento de Valle del Tiétar, le proporciona un microclima de carácter suave y benigno. Esta disposición geográfica favorece una gran riqueza de paisajes, alternándose los parajes de la Sierra de Gredos, con los propios de valles mediterráneos. Esta variedad es también reflejo de una flora en la que conviven especies de alta montaña, con otras propias de zonas costeras. Es precisamente esta diversidad la que origina una gastronomía caracterizada por la sabia mezcla de los elementos que produce una tierra tan variada.
Sotillo ofrece un casco urbano en el que conviven los espacios públicos amplios para el paseo y el descanso, con muestras puntuales de la arquitectura tradicional del Valle del Tiétar, con balconadas y fachadas que llamarán la atención del visitante.
Sotillo de la Adrada es además centro comercial y de ocio en el Valle del Tiétar. El carácter abierto de este municipio, a caballo entre las Comunidades de Madrid, Castilla la Mancha y Castilla y León tiene su expresión en sus festividades y celebraciones, momentos llenos de un sentimiento y tradición que Sotillo de la Adrada sabe transmitir a los numerosos visitantes que a lo largo del año se dejan seducir por este rincón a caballo entre valle y montaña, entre tradición y futuro.
Reseña histórica
Sus habitantes tienen una larga tradición ganadera; basta recordar que se documenta la aldea en fecha temprana, en 1182, época en que Raimundo de Borgoña comienza la repoblación de la provincia de Ávila.
Unida su historia a la de los habitantes del antiguo Estado de La Adrada, se sabe que ya existía como aldea en el año 1661, con sus propios alcaldes y regidores; por la proximidad con la villa de La Adrada, no llegó Sotillo a tener Concejo propio hasta 1571.
Como aportaba a la villa señorial cuantiosos beneficios, no consiguió la autonomía municipal hasta el 7 de febrero de 1642, amojonándosele en aquella fecha un término que alcanzaba los 43 kilómetros cuadrados.
La suavidad de las lomas y el campo despejado por las roturas a que hace referencia su nombre –soto significa campo despejado– conoció en seguida un rápido auge demográfico, ya que el suelo sin componentes arbustivos, la abundancia de llanuras y las onduladas lomas permitían actividades agrícolas de gran interés para el abastecimiento de la meseta norte.
Sus producciones favorecieron un rápido crecimiento demográfico, por lo que no tardaría Sotillo en superar el número de habitantes de la villa matriz.
Para Visitar
Junto a sus rutas y parajes, Sotillo de la Adrada reserva también al visitante interesantes muestras de una arquitectura tradicional que ha conseguido sobrevive a pesar de la evolución urbanística sufrida por el municipio en los últimos decenios. De este modo, juntos a su atractivo natural, Sotillo de la Adrada conserva, elementos arquitectónicos característicos, entre los que destacan los siguientes:
Destino comercial y de ocio
Sotillo de la Adrada ofrece a todos sus vecinos y visitantes una oferta comercial y de servicios sin parangón en toda la comarca. Tradicionalmente, este ha sido un pueblo emprendedor y la variedad de su oferta comercial, gastronómica y hostelera, con más 300 pequeñas empresas a su servicio, hace posible que los que se acercan hasta aquí no necesiten desplazarse a ningún otro sitio para encontrar todo lo que necesitan. Quienes pasan por Sotillo y lo comprueban, acaban eligiendo a nuestro pueblo como su lugar habitual de compras.
Sotillo es, además, referente cultural de la comarca, con exposiciones, conciertos, actuaciones teatrales, cursos para todas las edades que permitirá a quienes nos visiten ocupar su tiempo libre.
Arquitectura popular
A pesar de la evolución urbanística del municipio, Sotillo de la Adrada sorprende por rincones en los que es posible encontrar aún el sabor de las viviendas que fueron características en la zona durante los siglos XVIII y XIX.
Caracterizadas por sus balconadas y el uso de la piedra y la madera como elementos constructivos fundamentales, basta un paseo por Sotillo para descubrir numerosas muestras de este tipo de arquitectura.
Fuente de los cinco caños
Como indica su nombre, la Fuente de los Cinco Caños se caracteriza precisamente por poseer cinco surtidores en un mismo bloque.
Situada en el principal eje de Sotillo de la Adrada, la Fuente de los Cinco Caños es una muestra más de la abundancia de manantiales y fuentes que jalonan el término de Sotillo de la Adrada y que en este caso, sirvió para suministrar agua al municipio hasta los años 50 desde su construcción en el año 1754, tal y como figura en la inscripción.
Casa de cultura
El edificio que ocupa actualmente la Casa de Cultura albergando la Biblioteca y el Centro de Acceso Público a Internet, se conoce también como el Ayuntamiento Viejo, por ser esta la función que tenía hasta la construcción de la nueva casa consistorial a finales de los años 80.
Pese a la constancia de la existencia de una casa del Concejo en el siglo XVI, este imponente edificio encaja en el estilo dominante en la comarca en el siglo XVIII, momento en el que se construyó.
Destaca especialmente por sus pórticos, actualmente cubiertos y por la balconada en piedra que aparece en el segundo piso de su fachada principal.
Ermita de Nuestra Señora de los Remedios
Pese a que la advocación de la Virgen de los Remedios queda documentada ya a comienzos del siglo XVI, no se tiene constancia de la existencia de su Ermita hasta el siglo XVII; por aquel entonces coexistían en el municipio tres templos religiosos: la propia Ermita de Nuestra Señora de los Remedios, la Parroquia de la Santísima Trinidad y la desaparecida Ermita del Cristo de la Sangre, construida antes del siglo XVI.
Se trata de un edificio sobrio, simétrico en sus formas y muy sencillo en su interior. Su bóveda circular y sus paredes aparecerían decoradas al fresco previamente a la destrucción de la techumbre en los años 60. La actual imagen de la Virgen de los Remedios es posterior a la guerra civil de 1936-1939.
Iglesia parroquial
Dedicada a la Santísima Trinidad, situada en la zona conocida como el Calvario. Su origen se sitúa en el siglo XV, como lo confirman los libros del Archivo Diocesano; y previamente a la guerra civil de 1936-1939 se encontraba rodeada de cruces de piedra destinadas a la representación del Vía Crucis.
A lo largo de los siglos, esta iglesia ha sufrido importantes modificaciones: nada queda de su órgano barroco del siglo XVII, de sus ricas capillas y cuadros, sus altares, etc.
En 1960 sufre la última remodelación, que sólo respetó la torre y la capilla mayor con su artesonado mudéjar de 1700, pertenecientes ambos a la edificación antigua.
Esta capilla acoge, tras un arco ojival de piedra, el retablo mayor, del barroco tardío, con imágenes de San Joaquín, Santa Ana y San José con el Niño.
Los lavaderos
El recurso conocido como Los Lavaderos se encuentra en la salida hacia Casillas. La zona cuenta con paneles interpretativos que ayudan a conocer las características propias de este lugar y de las actividades que en él se realizaban.
Fiestas de la Santísima Trinidad
La festividad del Corpus se celebra en Sotillo de la Adrada de una manera especialmente intensa, pudiéndose considerar como la segunda festividad en importancia después de las fiestas patronales.
Las fiestas con motivo del Corpus tienen lugar 8 semanas después de Pascua de Resurrección y en ellas junto a los actos religiosos, entre los que destacan la procesión de la imagen de la Santísima Trinidad, conviven actividades culturales, para niños, verbenas y fiestas nocturnas. Son también destacables los espectáculos taurinos que se organizan en la localidad con motivo de esta celebración.
Fiestas patronales
Las fiestas en honor de la patrona de la localidad, la Virgen de los Remedios, son las fiestas grandes del pueblo y se celebran con gran devoción entre el cinco y el nueve de septiembre. Para festejar dichas fiestas se traslada la imagen de la Virgen en procesión desde la ermita hasta la parroquia.
La devoción que siente el pueblo sotillano por su Patrona la Virgen de los Remedios no es nueva, sino que tiene su origen en el s. XVI, época en la que ya se acudía a su ermita y se festejaba su fiesta con música, bailes tradicionales y su conocida subasta. El día 8 de septiembre, después de la procesión en la que se devuelve la imagen a la ermita, se subastan entre los asistentes los regalos que los devotos hacen a la Virgen. El dinero recaudado, administrado por la Cofradía, sirve para el mantenimiento de la Ermita y Santuario de Nuestra Señora de los Remedios.
Una de las tradiciones de estos días es la ronda que consiste en cantar diversas coplas y seguidillas locales primero a la patrona del pueblo en la iglesia y después por las calles de la localidad hasta altas horas de la mañana a los/las jóvenes del pueblos por parte de los quintos (mozos/as que cumplen dieciocho años en este año). En cuanto a los demás actos cabe destacar las diversas actividades culturales organizadas por el ayuntamiento y las peñas, bailes nocturnos amenizados por orquestas, corridas de toros en la plaza de la localidad…
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