Descripción de la Senda de Pescadores de Candeleda, SL-AV3.
Comenzamos nuestra ruta desde el puente de la Garganta de Santa María, donde podremos ver tanto la Garganta como el puente viejo.
Antes de comenzar nuestra ruta, podemos visitar el Paseo de la Garganta de Santa María, situado en la margen derecha de la Garganta de Santa María. Comienza en el Puente Viejo, construido a principios del siglo XX y por el que se accedía al camino de Madrigal de La Vera hasta el año 1934, fecha en que se finalizó la construcción de la actua carretera y el Puente Nuevo.
A lo largo del paseo fluvial nos encontraremos, en primer lugar, con el Parque de la Barranca que fue creado en los años ochenta y en el que los mayores pueden disfrutar de su sombreada terraza y los más pequeños del parque infantil.
Continuando nuestro recorrido por el paseo, accederemos al Charco Carreras, amplia zona de baños utilizada principalmente por los turistas y visitantes que acuden a bañarse a Candeleda. Dicho charco dispone de servicio de bar y terraza.
Una vez hayamos dejado atrás el Charco Charreras llegaremos al Parque de La Luz, construido sobre terreno ganado a la gargante y dotado de frondosa arboleda y de zona infantil.
Al final de dicho parque podremos darnos un baño en el Charco Palomas.
Volviendo sobre nuestros pasos, nuestra Senda de Pescadores continúa atravesando el puente viejo. A unos 100m nos encontramos con una rotonda con un monumento al cabrero con información de puntos de interés de la zona, así como un chozo de pastores reconstruído.
Ahí se encuentra el cartel informativo con todas las rutas que inician en ese mismo punto.

Desde este punto seguiremos el trazado marcado como SL-AV3, la Senda de Pescadores de Candeleda.
Al principio del camino es apto para vehículos. Por lo que, para ahorrarnos esfuerzos innecesarios, recorreremos los primeros metros en coche.
A la izquierda dejamos la bifurcación de inicio de la senda de Chilla.
Un poco más adelante, a unos 200m a la izquierda, se encuentra el panel informativo de la Senda de los Pozos del Tío Ruperto, coincidente con la Senda de Pescadores en su primer tramo. Ahí podremos aparcar el coche en la calle La Jarra.
La pista de tierra en buen estado que sale de frente (con el nombre de Calle La Jarra), puede acercarnos al inicio exacto de la Senda de Pescadores a unos 2 kms. Pero también puede iniciarse andando por la senda que sale desde el panel informativo a la izquierda.
Toda la senda ascendente está bien señalizada, con balizas y pintadas en las piedras del suelo, primero con tres colores (blanco, amarillo y verde, al coincidir dos sendas) y una vez llegado al punto de bajada hacia la Garganta de Santa María (ya propia únicamente de la Senda de Pescadores) sólo con los colores blanco y verde.
En los cruces donde podría dar lugar a una equivocación en el sentido de la senda, hay balizas indicando que el camino no es correcto (marcado con cruces).
El sendero se cruza varias veces con la pista forestal mencionada anteriormente, e incluso hay que andar algunos tramos por ella.
En nuestro recorrido de la ruta, sólo encontramos un problema de señalización. Un problema circunstancial, ya que se estaba procediendo a la entresaca de troncos (para liberar el bosque en previsión de los posibles incendios forestales de cara al verano). En un momento de la ruta, la pila de troncos cortados estaba situada justo delante de la baliza de indicación de continuación del sendero. Y no sólo no era visible, sino que era muy poco accesible, ya que había que pasar por detrás de los troncos.
El Ayuntamiento de Candeleda, ante nuestro aviso de la dificultad de encontrar el sendero en el punto anterior, procedió a eliminar los troncos que tapaban el camino, quedando despejado en menos de 1 semana.
Continuamos la ascensión donde llegamos a un cruce de las dos sendas: a la izquierda se va a la ruta de los Pozos del Tío Ruperto y siguiendo de frente las marcas e indicaciones nos llevarán únicamente a la Senda de Pescadores.
Continuamos 300m por la pista hasta encontrarnos un panel y una señal que nos dirige a la derecha, iniciando aquí el descenso por una senda bien definida entre robles y pinos.
A poco de iniciar el descenso nos encontramos con la Fuente Fría.
Seguimos descendiendo entre pinos, con unas vistas espectaculares de la Garganta de Santa María al fondo del valle, hasta llegar a la Garganta a la altura del charco “De los Calorzos”. Desde aquí, la senda transcurre a lo largo del margen de la garganta.
A unos 500m desde los Calorzos nos encontramos con un puente de cuerdas sobre el Arroyo de Castañarejo que hay que atravesar. Un puente seguro y fácil para todas las edades.
La ruta continúa por una zona de pradera, con un tramo de ascenso para descender de nuevo a la Vega del Tiradero.
Al pasar esta pradera y tras un leve ascenso y el paso por una gran vejiga fruto de las lluvias que originó el desprendimiento de una gran roca, proseguimos garganta arriba hacia dos pasos asegurados con cuerdas para facilitar el acceso.
Cada vez más cerca del final de la ruta, pasamos por el Arroyo de las Malezas.
Nos alejamos del arroyo y pasamos por la Vega del Cerezo, lugar que estuvo habitado hasta no hace demasiado tiempo y que ahora se encuentra abandonado.

Desde aquí y justo al otro lado de la garganta podemos ver un bosque pequeño de “Prunus Lusitánica” (lauroceraso de Portugal, laurel portugués, loro o hija. Planta leñosa arbórea del género Prunus). Este árbol o arbusto está considerado como una reliquia de los bosques de tipo laurisilva que en la península ibérica tuvieron gran importancia durante el Terciario. En la actualidad, en España existen pequeñas loreras en las sierras de Las Villuercas (7000 – 8000 ejemplares), Montes de Toledo (500), varios barrancos de la vertiente meridional de Gredos (600 – 700) y del Macizo del Montseny (1200). También hay poblaciones aisladas en León (800-900), Galicia (100-200), Asturias (<50), Cantabria (<50), País Vasco (<100) y Navarra (100-150). En canarias está presente en los bosques de Laurisilva. Requiere una gran humedad ambiental por lo que vive habitualmente en orillas de arroyos y manantiales. En España y en Francia está catalogada como especie vulnerable.
Dejamos atrás la Vega del Cerezo y continuando hacia la Garganta Blanca y, atravesando el puente, llegamos al final de nuestra ruta.