Bienes de Interés Cultural
Los Rollos Jurisdiccionales del Valle del Tiétar – (BIC 4 de 4)

Bienes de Interés Cultural – Desde el 14 de marzo de 1963, todos los rollos de justicia y cruces de término, fueron declarados Bienes de Interés Cultural.
Los rollos jurisdiccionales no deberían de confundirse con las picotas para ajusticiar.

Los rollos nacieron como símbolos que marcaban la autonomía de las localidades cuando conseguían el rango de Villa y acabaron sustituyendo a las picotas para exhibir a reos y ajusticiados ante los ojos del pueblo. La picota, realizada en madera, tiene su origen a finales del siglo XIII, mientras que el rollo apareció a finales del siglo XIV. Convivieron juntos cada uno con su función hasta que las picotas fueron desapareciendo, por el desgaste natural del tiempo, y se aprovechó la presencia de los rollos de piedra, fenómeno que pudo darse a partir del siglo XV.
La finalidad de un rollo jurisdiccional en una población era simbolizar y avisar al forastero, del privilegio de Villazgo del que goza el pueblo que la luce. Desde los inicios de la Reconquista, para fomentar la repoblación de los cristianos y premiar sus esfuerzos en las luchas contra los moros, los reyes concedían privilegios de Villazgo a las aldeas y autoridad para ejercer la ley a sus señores. Mientras los rollos se erigirían a la entrada de las poblaciones y siempre junto a las vías principales, las picotas se instalaban en el lugar más público de la población, en la plaza mayor o en el lugar donde se celebrase el mercado.
Nuestros antepasados acabaron temiendo y despreciando a los rollos debido a su utilización postrera como picotas. Por ello, en 1813 las Cortes de Cádiz (que acaba de ver cumplidos sus 200 años) promulgan un Decreto por el que se ordena, a petición de los propios ayuntamientos, la demolición de todos los signos de vasallaje, considerándolos recuerdo contínuo de humillación. Hoy en día los que quedaron en pie son considerados como auténtico patrimonio histórico-artístico.

Su curiosa arquitectura se yergue en el centro de las plazas principales de los pueblos. Suelen tener una base, sobre la que se apoya una columna cilíndrica en posición vertical. La parte superior está adornada con diferentes simbologías (cruces, pináculos) que, en muchas ocasiones, se realizaron siguiendo las directrices de corrientes artísticas del momento, como el gótico.
Los rollos son unas de las piezas más arrinconadas de nuestra historia. Pero es un fenómeno común a toda Castilla que solamente en estos últimos años tiende a remitir.
ARENAS de SAN PEDRO.
Las cartas de villazgo de Candeleda, Mombeltrán y Arenas de San Pedro fueron extendidas por Enrique III de Trastámara en Cortes de Madrid el 14 de octubre de 1393, bajo inspiración del Condestable Dávalos. Los Privilegios de Villazgo intentaban una concentración demográfica y concedían sustanciosos derechos que habrían de enfrentar al Concejo con el Señor de la Villa:
– Elección anual de alcaldes, por San Miguel.
– Precisión de términos y lindes de la Villa.
– Justicia Civil y Criminal.
– Poderes ejecutivos concretados: horca, cepo, cárcel y cadena.

– Derecho a pescar en el Río Alberche con toda libertad.
– Agregación de Ramacastañas.
– Mercado un día a la semana.
– Feria anual de quince días.
– Independencia de la ciudad de Ávila.
– Promesa de no cobrar rentas en beneficio del Rey o persona real.
– Derecho a circular por los reinos sin pagar portazgos, pasajes ni peajes por sus mercancías.
– Regirse por el «Fuero de las Leyes» o «Libro de las Flores».
– Obligación de pagar pechos y derechos.
– Validez de estas disposiciones, que no podían ser derogadas ni por el Ordenamiento de Briviesca.
El documento fue publicado en «La Andalucía de Ávila «por don Luis Buitrago de donde lo copió don Marcelo Gómez Matías en su Almanaque.
La ubicación del Rollo de Arenas de San Pedro en principio no parece normal, sobre todo teniendo en cuenta lo escondido que está hoy, oculto por casas que se han construído a su alrededor. Pero lo cierto es que en su momento se encontraba solo, era bastante más visible incluso desde el pueblo, porque se levantó encima de una piedra en una zona más alta que el resto del pueblo, y se encuentra junto a una cañada de ganado trashumante.

El Rollo en Arenas es un gran desconocido. Ni éste ni los de los pueblos cercanos han sido demolidos. La expansión de la población en Arenas terminó por engullir el Rollo. El barrio en el que se encuentra experimentó un crecimiento mayor cuando el Infante don Luis de Borbón decidió construir allí en 1779 su Palacio. Por lo menos no lo demolieron, pero quedó tan arrinconado que aún estando al pie de la entrada al Palacio Real del Infante don Luis de Borbón y Farnesio o Palacio de la Mosquera, hay que conocer bien el lugar para encontrarlo.
Ahí sigue, a pesar de que ya en 1925 José Serrano Cabo se quejaba del olvido en el que permanecía el símbolo de la declaración de villa de Arenas de las Ferrerías de Avila, y proponía grabar la fecha de su origen, ya que en su momento no se hizo.
El Rollo de Arenas de San Pedro pertenece al grupo de los más primitivos. De abajo a arriba consta de: una grada de forma cuadrada, pedestal, basa, fuste cilíndrico con collarino, capitel con caras y remate redondeado.
Su estado, sin ser penoso, necesita bastantes arreglos. El capitel es visiblemente la parte más deteriorada. Falta aproximadamente la mitad. De las cuatro cabezas que debió lucir, ahora sólo quedan dos, una rota y otra muy desgastada. El capitel de cuatro cabezas fue un tipo muy difundido. Se cree que éstas podían simbolizar los elementos de la naturaleza (tierra, aire, fuego y agua), o el poder y el señorío sobre los cuatro puntos cardinales (norte, sur, este y oeste).
El fuste cilíndrico está creado con piezas, más grandes en la base y más estrechas a medida que ascienden. Los huecos entre las piedras del fuste en algún momento se rellenaron con trocitos de piedra y argamasa. A pesar de eso algunas grietas dejan ver el interior hueco del fuste.
La basa y el pedestal se encuentran en un mejor estado, pero la grada se ha agrietado, quizá por el efecto del agua y el hielo. Parte de estas grietas están recubiertas con un pegote de cemento.

CANDELEDA.
El título de “Villa” le fue concedido el 14 de octubre de 1393 obteniendo Candeleda su Carta de Villazgo, siendo rey de Castilla Enrique III el Doliente. Una vez constituida como Villa se le reconoció jurisdicción propia.
CUEVAS del VALLE.
Cerca de la ermita de San Antonio, en un lugar prominente, tenemos este símbolo de la independencia jurídico-administrativa del Señorío de Mombeltrán, dada por Carlos II de Austria (o Habsburgo) en 1695. Llamado el Hechizado, fue rey de España entre 1665 y 1700, último de la Casa de Austria. Hijo y heredero de Felipe IV y de Mariana de Austria, permaneció bajo la regencia de su madre hasta que alcanzó la mayoría de edad en 1675. Su sobrenombre le venía de la atribución de su lamentable estado físico a la brujería e influencias diabólicas. Parece ser que los sucesivos matrimonios consanguíneos de la familia real produjeron tal degeneración que Carlos creció raquítico, enfermizo y de corta inteligencia, además de estéril, lo que acarreó un grave conflicto sucesorio, al morir sin descendencia y extinguirse así la rama española de los Austrias.

GUISANDO.
Guisando formó parte del amplio señorío de Arenas de las Ferrerías. Dicho señorío, que durante mucho tiempo perteneció a la familia Mendoza, luego Duques del Infantado, no debió de ser muy del agrado ni rentable para los vecinos de Guisando que, pronto, exponen a la Corona sus deseos de ser eximidos del señorío y ser libres. Deseo que recogió Carlos III, quien el 26 de julio de 1760, en San Ildefonso (Segovia), le concedió carta de villazgo y jurisdicción propia y justicia. Es entonces cuando se levanta el rollo que es símbolo de justicia propia de las villas de Castilla.
Carlos III de Borbón fue duque de Parma entre 1731 y 1735, rey de Nápoles y rey de Sicilia de 1734 a 1759 y de España desde 1759 hasta su muerte. Ha recibido como sobrenombres el Político y el Mejor Alcalde de Madrid. Era el tercer hijo varón de Felipe V, el primero que tuvo con su segunda mujer, Isabel de Farnesio, por lo que fue su hermanastro Fernando VI, quien sucedió a su padre en el trono español. Carlos sirvió a la política familiar como una pieza en la lucha por recuperar la influencia española en Italia: heredó inicialmente de su madre los ducados de Parma, Plasencia y Toscana; pero más tarde, al conquistar Felipe V el Reino de Nápoles y Sicilia en el curso de la Guerra de Sucesión de Polonia, pasó a ser rey de aquellos territorios con el nombre de Carlos VII. Contrajo matrimonio en 1737 con María Amalia de Sajonia, hija de Federico Augusto II, duque de Sajonia y de Lituania y rey de Polonia.

EL HORNILLO.
La primera noticia que se tiene de la existencia de El Hornillo data del siglo XIII, en el que Ávila pertenecía a la Extremadura Castellana y su zona sur estaba formada por 419 aldeas, entre ellas El Hornillo, dedicado exclusivamente a la ganadería. En el siglo XVI Mateo Arévalo alude al lugar de El Hornillo con 45 vecinos y una parroquia de San Juán. En el año 1752, El Hornillo pertenecía a la provincia de Toledo, y era un realengo de la XI Duquesa del Infantado, Dª María Francisca Silva Mendoza y Sandoval. Contaba entonces con 307 habitantes y en ese mismo año adquiere el título de Villa. Eran los tiempos de los Austrias Menores. Ya en el siglo XX, en las décadas de los 60 y 70, alcanza su mayor población con 1.000 vecinos, aunque gran parte de ellos tuvo que emigrar a Francia, al Pais Vasco y Madrid. En la actualidad tiene 440 habitantes.
PEDRO BERNARDO.
Pedro Bernardo pertenecía a la Villa de Mombeltrán hasta que en el siglo XVII, elevan al rey Carlos II la petición para tener jurisdicción propia, que será otorgada en 1679. Está situado en El Parque del Rollo, junto a la estatua del sabio Arturo Duperier, ilustre personaje nacido en esta villa, físico e investigador de los rayos cósmicos.
SANTA CRUZ del VALLE.
Símbolo de la independencia de Mombeltrán en 1791, llama la atención el gran tamaño de la pieza del remate, muy diferente a la de los otros rollos del Barranco, y el buen estado de los detalles del labrado de la piedra.

SAN ESTEBAN del VALLE.
Emblema de la independencia jurisdiccional de Mombeltrán, en 1693. Está situado en la carretera de Santa Cruz del Valle. Se alza sobre tres escalones de piedra, con basa sencilla en la que descansa una columna de piedra ahusada con capitel compuesto por cuatro cabezas de piedra parecidas a dragones y coronada en su centro por una pieza plana circular.

VILLAREJO del VALLE.
Símbolo de la independencia de Mombeltrán en 1694, junto a una fuente de 1837. El rollo es el único del Barranco de las Cinco Villas con tres cabezas en lugar de cuatro.
LA VILLA de MOMBELTRÁN.
Obtuvo el título de villazgo, en 1393. Situado en la carretera a San Esteban, en un pequeño roquedo junto al cordel de ganados
Pueden leerse el resto de los artículos sobre los Bienes de Interés Cultural en el Valle del Tiétar en los siguientes enlaces:
- 1/4 General – Arte Rupestre – Conjunto Histórico – Paraje Pintoresco – Zona Arqueológica. Enlace.
- 2/4 Castillos. Enlace.
- 3/4 Monumentos. Enlace.
- 4/4 Rollos Jurisdiccionales del Valle del Tiétar. Enlace.