La celebración de Mascarávila, un proyecto divulgativo iniciado por la Asociación Siempreviva de Pedro Bernardo, ha revitalizado la celebración de las mascaradas como espectáculos invernales.
El 21 de mayo de 2015 se celebró el I Mascarávila en Pedro Bernardo organizado y promovido por la Asociación Socio Cultural SiempreViva de Pedro Bernardo con el objetivo de preservar, divulgar y recuperar parte del folklore abulense en torno a las mascaradas y ritos de invierno, la artesanía, la música y las danzas tradicionales con especial hincapié en las danzas de paloteo. Con su organización se pudo disfrutar de las tradiciones de Casavieja, El Fresno, Hoyocasero, Navalosa, Piedralaves y Pedro Bernardo unidos por la tradición, el folclore y los productos locales.
Este proyecto ha conseguido unir las caras norte y sur de la Sierra de Gredos y ha estableciendo lazos de colaboración entre todos los pueblos participantes.
La situación geográfica de muchas de las poblaciones de Ávila y, por su especial aislamiento aquellas ubicadas a la vera del río Alberche y en los altos valles serranos, han permitido que se mantuvieran usos y costumbres ancestrales que han conformado la cultura propia y cuyas costumbres han pasado de padres a hijos de generación en generación.
Así mascaradas ligadas a la figura pastoril, como los Cucurrumachos de Navalosa, los Machurreros de Pedro Bernardo, las Toras del Fresno, los Zamarraches de Casavieja o los Harramachos de Navalacruz, siguen recorriendo las calles de sus pueblos, asustando a unos, corriendo detrás de otros, haciendo sonar sus cencerros por las calles, pero sobre todo llamando al espíritu de aquellos que antes hicieron lo propio por aquellos lugares.
También los bailes que tanta importancia han tenido en la cultura popular, han sobrevivido al paso del tiempo. El ancestral paloteo sigue escuchándose en algunas partes de la provincia al son de gaita y tamboril como es el caso de Hoyocasero, o a ritmo de bandurria, guitarra y laúd como es el caso de Piedralaves, rememoran los momentos festivos que se vivían en los pueblos de la provincia, o las rondas del Valle del Tiétar entre las que se encuentran Pedro Bernardo, Casavieja y Piedralaves.
Zambombadas invernales, con percusión de sartenes y hierros, son una muestra de ese otro folklore menos estereotipado que nos presentan los Pastores de Casavieja, recopiladores y fabulosos intérpretes de las rondas navideñas de esta zona del sur de Gredos.
En la segunda edición, el pueblo anfitrión fue Hoyocasero. Situado en el valle del alto Alberche, en plena Sierra de Gredos, a 1.349 metros de altitud sobre el nivel del mar y a 54 kilómetros de Ávila capital. Hoyocasero tiene 52 kilómetros cuadrados de superficie, y está situado entre la sierras de Gredos y la Paramera, muy próximo a la carretera comarcal C-500 que va desde La Venta del Obispo a la localidad de El Barraco.
Las novedades para la segunda edición incluyeron la participación de los Harramachos de Navalacruz.
La III edición de Mascarávila se realizó el 1 de abril de 2017 en Casavieja, en la que participaron los siguientes grupos de danzas y máscaras:
- Música: Dulzainas Resiste de Hoyocasero, Grupo de Dulzainas de Navalacruz, Rondalla de Pedro Bernardo, Ronda de Piedralaves, Zambombas y Calderos de los Pastores de Casavieja.
- Danzas de Paloteo: Grupo de Danzas de Hoyocasero. Grupo El Maquilandrón de Piedralaves.
- Danzas Jotas: Grupo de Jotas de Pedro Bernardo.
- Danzantes invitados: Los Negritos de San Blas de Montehermoso (Cáceres).
- Mascaradas: Zarramaches de Casavieja. Cucurrumachos de Navalosa. Machurreros de Pedro Bernardo. Toras de El Fresno. Harramachos de Navalacruz.
- Mascarada invitada: La Vijanera de Silló (Cantabria).
La IV edición del 2018 se celebró en Navalosa.
La V edición del 2019 se celebró en Piedralaves.
La VI edición del 2020 se iba a celebrar en Navalacruz, pero fue suspendida debido a la pandemia de la Covid-19.
Harramachos de Navalacruz
Por la similitud en algunos rituales y en el parecido de los nombres de los personajes, el Carnaval de Navalacruz posiblemente comparta el mismo origen que otros de la zona. Conserva, no obstante, una mayor variedad de personajes y de ritos que otros carnavales vecinos. Los quintos del año se reparten una serie de personajes que representaran la fiesta.
- El Alcalde: es el quinto más alto, viste pantalón, chaleco, capa y sombrero con escarapela negros además de una vara larga que usa para cruzar le una orilla a otra del río Chico. Tras pedir permiso al alcalde real del pueblo, en el balcón del Ayuntamiento, será el que mande en el Carnaval.
- El Alguacil: está a las órdenes del Alcalde, viste como él, pero sin capa, ni vara y lleva una turuta que hace sonar cuando le ordenan.
- La Vaquilla: viste pantalón negro, camisola blanca larga, cuernos de vaca, en la cintura con cencerra atrás y tres cruces negras en la cara, tras ser “toreada” muere en la plaza con un tiro al aire. Embiste sobre todo a mujeres a las que levanta las faldas con los cuernos.
- El Vaquero: lleva traje de pana, sombreo con escarapela y morral con chorizo, vino y pan que reparte entre los niños.
- Las Carátulas: llevan trajes con tiras de colores, sobrero con escarapelas y cestas de mimbre en las que van echando huevos, pasean por las calles dos peleles que luego quemarán en la plaza.
- Las Quintas: acompañan a los quintos a pedir huevos y luego ellas y otros invitados participarán en la comilona de los quintos. Visten con traje festivo de serrana, a diferencia del resto de mujeres que llevan el traje de manteo ruano de rayas grises y borde inferior rojo.
- Los Niños: se visten con sacos, llevan la cara pintada de negro y un cinturón con cencerros atrás que hacen sonar para ahuyentar a los harramachos.
- Los Harramachos: Todos los Harramachos llevan la cara cubierta con pieles, máscaras de tela o saco. Su intención es asustar y que nadie los conozca.. Aparte del acto del paso del río, se realizan otros como levantar las faldas a las mujeres, derramamiento de agua con cal en la plaza o la propia comilona que viene a representar la gula y el exceso previos a la cuaresma. Aunque todos se conocen como harramachos y su manera de vestirse está a veces un poco mezclada, se puede establecer tres tipos:
- El que va cubierto de agallones de roble.
- El que se mete en sacos rellenos de heno que tienen una gran similitud con un personaje del carnaval navarro llamado Ziripot y es el de aspecto más cómico y grotesco.
- El que va cubierto con pieles de animales que es el que tiene un aspecto más terrorífico.
Machurreros de Pedro Bernardo
Los Machurreros de Pedro Bernardo, son una tradición rescatada en el año 2014 gracias a la Asociación Siempreviva. En este año los Machurreros volvieron a recorrer sus calles vestidos con sus trajes militares, sus máscaras de madera, sus cencerros atados al cinto y una vara de mimbre en la mano.
En cuanto a los personajes eran encarnados por los hombres de la localidad una vez se habían licenciado en el servicio militar. En actitud festiva pero a la vez amenazante, se dedicaban a perseguir por las calles del pueblo a niños y adultos propinando varazos y ejecutando carreras y gran alboroto. El paso del tiempo otorgó a estos personajes la apariencia con la que salieron hasta 1937, año en que por decreto se prohíben las fiestas carnavalescas y por tanto, caen en el olvido los machurreros.Los últimos machurreros, según el recuerdo de las personas de mayor edad de la localidad, vestían como se detalla a continuación:
- Uniformes militares, reutilizados después del servicio militar obligatorio.
- Máscaras de madera de rasgos diabólicos y generalmente oscurecidas con una mezcla de aceite y tizne.
- Pañuelo negro a la cabeza.
- Cencerros a la cintura.
- Vara de mimbre.
Toras de El Fresno
Otro de los pueblos que participan en MascarÁvila son Las Toras de El Fresno (Ávila)
El Fresno está situado en el Valle Amblés, en la margen derecha del río Adaja, a 9 km de Ávila, en las proximidades del parque del Soto. Su mascarada se celebra entorno a la Festividad de San Antón, patrón de los animales y tiene lugar los días 16 y 17 de enero. La noche del 16 de enero se prende una hoguera que estará encendida hasta bien entrada la madrugada, mientras, los hombres recorren las calles haciendo sonar de forma atronadora los cencerros, con la finalidad de ahuyentar los malos espíritus ayudados por el fuego purificador. La fiesta continúa al día siguiente y las Toras, ataviadas con sacos que cubren su rostro y con sayos y trapos, coronados por espectaculares cornamenta, recorren las calles de la localidad asustando a cuantos encuentran en su camino (especialmente a las mujeres) mientras los jóvenes de menor edad tocan los cencerros, intentando no encontrarse con las toras ¡que les perseguirán si los encuentran!. Cada año las toras tienen que confeccionar sus vestiduras puesto que, al finalizar la fiesta, los trapos se arrojan al fuego.
Zarramaches de Casavieja
Los Zarramaches de Casavieja salen por las calles por San Blas, el 3 de febrero por la mañana. Los actos empiezan temprano, en torno a las nueve de la mañana, cuando los Zarramaches van a cortar las mimbres que van a llevar como elementos fustigadores. Las pelan en la puerta del Ayuntamiento. Aquí se van a vestir en una especie de ritual, en la que colaboran empleados municipales.
La vestimenta de los Zarramaches es la siguiente:
- Pantalones de sábana blanca.
- Capucha de tela blanca, con agujeros en ojos y nariz que les cosen a la altura de la nuca.
- Tela rectangular blanca cosida a la espalda, simulando un blusón sin mangas.
- Estera de esparto situada en la espalda y anudada a la garganta que les va a proteger del golpeteo de los tres cencerros.
- Cencerros colgados de cinturón de cuero.
- Gorro cónico recubierto de cintas de colores anudado a la garganta.
- Una naranja en una mano.
- Vara de mimbre en la otra.
Cucurrumachos de Navalosa
Esta festividad de la vertiente norte de la Sierra de Gredos, se celebra el Domingo de Carnaval en Navalosa y es una fiesta de Quintos.
La vestimenta se compone de:
- Mantas pingueras que rellenan de sacos o ropas viejas para configurar jorobas o enormes barrigas;
- A la cintura se cuelgan un cinturón de cencerros.
- Se colocan máscaras con cuernos y enormes crines de animal.
- Se arman con garrotes y una alforja de paja.
La misión de los Cucurrumachos es armar barullo, generar confusión y caos, meter ruido y echar ceniza o paja.
A las máscaras hay que añadir los Grupos de Baile y música que acompañarán también todos los actos de Mascarávila.
- Grupo de Bailes de Pedro Bernardo,
- Grupo el Maquilandrón de Piedralaves
- Grupo de Danzas de Hoyocasero acompañados por el Grupo de Dulzainas y Tamboriles «Resiste»
- Los Pastores de Casavieja
Los Morrangos, Vaquilla y Nanitos de El Hornillo
El Carnaval de El Hornillo acoge la tradición de Los Morrangos, unos personajes peculiares que se recuperan y quieren formar parte de Mascarávila.

Organizado por el Ayuntamiento de El Hornillo y la Asociación para la recuperación y conservación de Tradiciones Arroyo de la Fresnea, que trabaja en “un trabajo continuo de búsqueda de información, no sólo sobre esta tradición, si no de muchas otras que tenemos y, que dan riqueza cultural a nuestro pequeño pueblo”, según su presidenta, Elena Pinar.
Lo más llamativo son Los Morrangos, “siguiendo el patrón de otros pueblos de la provincia de Ávila que van apadrinados por el proyecto Mascarávila, del que nos gustaría formar parte en los próximos años, El Hornillo tuvo una mascarada de invierno”.
“Los morrangos -ha explicado- se caracterizaban por ser hombres o mujeres, vestidos con ropas de cualquier índole, y dependiendo del década o moda, nos informan las personas mayores a las que se han entrevistado, se vestían con ropas viejas, hombres y mujeres se travestían… siempre con la característica de llevar una máscara o careta, que parece que los testimonios coinciden en ser de cartón, y en algunas ocasiones de tela”.
Los Morrangos salían en época de Carnaval al caer la noche “con la intención de asustar a los muchachos, y en ocasiones llamar a las ventanas para pedir chorizos”. También, y como tradición de quintos, durante la semana de Carnaval “los muchachos que entraban en quinta, algunos incluso, vestidos de morrangos, pedían casa por casa morcillas, chorizos y la pata del cerdo para poder pasar un rato de comilona en una de las casas donde corrían la fiesta”.
Vaquilla y Nanita
La celebración se completaba con el montaje de una vaquilla con palos de madera y unos cuernos, “a la que siempre colgaban un pañuelo de aspecto bonito, que algunos testimonios nos dicen que era de color rojo, que subastaban el sábado de Carnaval”. Y algo más reciente era “la fabricación de una muñeca con varios palos que simulaba ser la novia del quinto menos agraciado, a que llamaban Nanita”.
Según los datos de la asociación, también en Carnaval el sacristán del pueblo, junto con algunos monaguillos, pedían casa por casa la pata del cerdo, de la casi reciente matanza, “para las ánimas del purgatorio”. Esta costumbre “se convirtió en ofrendas en la propia misa durante la época del Carnaval, y más recientemente, realizando el ritual fuera de la Iglesia”, a lo que se añade “sin saber demasiado bien su procedencia, quizá también como ritual por aquella fecha de petición para las ánimas, hombres y mujeres tendían la bandera en la puerta de la iglesia”.
El pasacalles con los Morrangos, Nanitos y Vaquilla tiene lugar el sábado por la tarde, mientras que el domingo se realiza la ofrenda y tendida de bandera por la mañana.
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