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Homenaje póstumo a Fray Victorino Terradillos y presentación del libro de fiestas

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La tarde del 11 de octubre de 2023 se celebró en el Centro Cultural Josefina Carabias dos actos simultáneos: la presentación del libro de las fiestas 2023 en honor a San Pedro de Alcántara y el homenaje póstumo a Fray Victorino Terradillos.

El Centro Cultural “Josefina Carabias” de Arenas de San Pedro se puso de gala el pasado miércoles 11 de octubre de 2023, ya que se celebró el acto de la presentación del libro de las fiestas 2023 en honor a San Pedro de Alcántara, bajo el título «Hablando de nuestro Santo» y el emotivo homenaje a Fray Victorino Terradillos, fallecido en enero del presente año.

La sociedad arenense, a través de las diferentes instituciones, asociaciones o agrupaciones, quiso dar su apoyo a la presentación del libro de las fiestas, ya que son una parte muy importante en este nuevo ejemplar, siendo ya la XIII edición de este libro que se presenta previo a las fiestas de nuestro Santo Patrón.

La presentación del libro de las fiestas, comenzó con el descubrimiento de la portada por parte del alcalde de Arenas de San Pedro, J. Carlos Sánchez Mesón, y el editor de la empresa Soluciones Gráficas Álvaro, Álvaro Blázquez Manguero. La portada representa perfectamente lo que es el sentir arenense hacia nuestro Santo Patrón, a nuestro Santuario y hacia la Fraternidad del Santuario. Se trata de una colorida portada, realizada con la técnica de dibujo digital, moderna, con colores pastel, donde aparece el Santuario arenense, la imagen procesional de San Pedro, así como la nueva estatua San Pedro peregrino y en un primer plano Fray Victorino.

Blázquez Manguero manifestó que “son 3.000 los ejemplares que se han impreso, para que lleguen a todos los hogares de Arenas de San Pedro, Hontanares y Ramacastañas”. Además, también informó que “existe una versión digital para poder enviarlo a familiares y amigos que se encuentren lejos de nuestro municipio a través de las redes sociales”.

Se trata de un libro en el que han participado un nutrido grupo de vecinos a través de sus artículos, notas de interés, fotografías y colaboraciones, y como novedad en esta edición tan esperada, más de 30 asociaciones han querido aportar su visión de lo que significa San Pedro de Alcántara para su agrupación.

El Concejal delegado de Fiestas, Protección Civil y Seguridad Ciudadana y Anejos, Juan Gabriel Moreno Gil, señaló los actos festivos que serán novedad este año, como la celebración de un pasacalles de Gigantes y Cabezudos nocturno, la incorporación de toros hinchables para el encierro infantil o la celebración de éste por el recorrido del encierro tradicional.

La segunda parte, el homenaje póstumo a Fray Victorino Terradillos, se inició con el descubrimiento de una imagen del Fraile por parte del regidor arenense, y el guardián del Santuario, Fray Julio Herránz.

Un emotivo y sentido homenaje en el que participaron tres personas muy cercanas a Fray Victorino Terradillos:

  • Fray Julio Herranz, como hermano y amigo,
  • Marlene Suárez, amiga personal, y
  • Germán Mateos, como político y amigo.

Fray Julio Herranz hizo una disertación cargada de emotividad y admiración hacia Fray Victorino Terradillos, palabras que pueden leerse en el siguiente texto:

MEMORIA DE FRAY VICTORINO TERRADILLOS:

su persona, su vida y su obra 

Comienzo con unas breves palabras sobre el “Libro de fiestas de San Pedro” de este año, que se acaba de presentar. Hay una frase que atribuyen a San Francisco de Asís, aunque tal cual se transmite ciertamente no es suya, que recoge muy bien lo que han sido y son los “libros” (como aquí decimos) de las fiestas: “Empieza haciendo lo necesario, después lo posible, y de repente te encontrarás haciendo lo imposible”. Se comenzó por poco, lo necesario, con Cheli, y hoy nos encontramos haciendo lo imposible: dos libros de fiestas consagrados, dignos de tener su sitio en nuestras bibliotecas (como ciertamente lo tienen en la biblioteca y Archivo del Santuario. ¿Dónde está el secreto de las loables metas alcanzadas?: en el arte de haber logrado conjugar, saber hacer, oportunidad y valentía- capacidad de arriesgar. Gracias por este buen trabajo que honra a todo un pueblo, y felicidades.

Y vamos al tema propio de mi intervención. Mi más sentido “Gracias”, y el de la comunidad franciscana del Santuario, a los promotores de este Homenaje a fray Victorino Terradillos: Álvaro, Alejandro y el Ayuntamiento de Arenas, especialmente a Germán Mateos. Y aprovecho la ocasión para dar gracias de nuevo a todos los arenenses y amigos de nuestra comunidad, por el afecto que le mostrasteis y nos mostrasteis en el último adiós a Victorino. Gracias.

1. Dice García Márquez que “la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos”. Como todos los dichos, refranes, aforismos, refleja una parte de la verdad, pero tiene sus excepciones, y pienso que este caso nuestro tiene no poco de excepción. Para nosotros sus hermanos el recuerdo de Victorino, el Victorino real, sigue vivo y muy vivo, su ausencia física y el vacío que nos ha dejado aún nos duelen, y en mi interior siguen martilleando unos versos suyos, del que es, para mí, uno de sus poemas más bellos: “¿Por qué se marchó el cantor, si aún me quedaba tristeza?”.

Durante los nueve meses que nos separan de su muerte (17 enero 2023), he tenido que escribir –por voluntad propia o a petición de unos y otros–, muchas páginas sobre Victorino. En el programa de fiestas de este verano (Gráficas Olimpia) escribí una reseña biográfica –“In memoriam de Fray Victorino Terradillos: Reseña biográfica”–; en el programa de las fiestas de San Pedro de este año (Soluciones Gráficas Álvaro) van unas páginas autobiográficas: “Un digno hijo de San Pedro de Alcántara: Fray Victorino Terradillos”, es decir, sobre lo que yo he compartido con él a lo largo de los muchos años que hemos vivido justos, y en las horas pasadas a la cabecera de su cama en los hospitales: 60 días fraccionando su muerte. Y en el mismo programa de fiestas escribo otro artículo   –Un espíritu de paloma mensajera: Fray Victorino Terradillos, conferenciante y escritor” sobre sus escritos publicados, desde su primer poema (1962), hasta su “Cuadro de armonía y belleza: Antología poética en torno a fray Pedro de Alcántara” (2022), y a la espera de que salgan a la luz las Actas del “Congreso Nacional sobre San Pedro de Alcántara”, organizado por la Comunidad franciscana del Santuario y la Provincia franciscana de la Inmaculada, y llevado a cabo aquí en Arenas los días 24-26 junio 2022, con el patrocinio de nuestro Ayuntamiento y la Diputación de Ávila: en él intervino Victorino con una comunicación sobre “San Pedro de Alcántara en la poesía española”.

En los artículos a los que acabo de referirme hay abundancia de datos sobre su biografía, sobre sus escritos, y sobre los gozos y esperanzas, luchas y trabajos que he podido compartir con él, en nuestra vida franciscana, tras los pasos del hombre del segundo milenio – Francisco de Asís– y de nuestro santo fray Pedro de Alcántara.

No quiero repetirme: les invito a leer estos trabajos, una vez que les hagan entrega del programa.

2. Desde el momento mismo de la muerte de Victorino comenzamos a recoger testimonios sobre su vida y su obra, y sus escritos, que, unidos a un interesante trabajo de investigación histórica y de recopilación han dado origen a dos bellos libros, recién salidos de la Imprenta, con numerosas coincidencias entre uno y otro, pero con una orientación muy diversa, que los hace complementarios.

El primer libro, coordinado por Arsenio Muñoz, franciscano, gran amigo y colaborador con Victorino en algunas de sus publicaciones, tiene por título: Semblanza de un hombre humilde: Fray Victorino Terradillos Ortega”. Se trata de un libro biográfico, destinado mantener viva la memoria y conocer más y mejor a este franciscano que, en su humildad y discreción, podía dar la impresión de ser impenetrable.

En las 60 últimas páginas del libro se recoge una serie de testimonios de personas que le estuvimos especialmente cercanas en su vida, como fray Carlos Bermejo, fray Julio Herranz, Alcantarinas de Arenas y Sonia Díaz, entre otros, y, sobre todo,  Mariángeles Calvo Terradillos, sobrina de Victorino, a la que hubiera agradado estar entre nosotros hoy, y decir un palabra, pero diversas circunstancias, especialmente la delicadísima salud de su madre, no se lo han permitido. Mariángeles es, sin lugar a dudas, una de las personas que más y mejor le conoció y una de las que más le quiso y de las que él más quiso.  De su testimonio entrañable, entresaco unas líneas:

“… En mi adolescencia fui a visitarlo a su Convento de Arenas. Quedé prendada de su bondad, de su serenidad y su sonrisa que hablaban de Dios y trasmitían paz. Desde aquel momento se abrió la puerta a un sinfín de encuentros, cartas, revelaciones…. Cuando venía a mi casa me sentía muy dichosa, por tener un invitado tan especial… Tuve la dicha – ensombrecida por algunas lágrimas- de estar a su lado la mayor parte del tiempo que estuvo hospitalizado en su última enfermedad, y de recoger, con los hermanos de su comunidad de Arenas, sus últimas y entrañables confidencias y recomendaciones, y su repetido gracias a nosotros y a todos los que le cuidaban. Se marchó lleno de la paz de Dios y vestido de fiesta”.

El segundo libro es de Sor María Victoria Triviño, clarisa (por consiguiente también franciscana), en quien Victorino descubrió un verdadero talento espiritual y literario y a quien promovió como escritora. Es autora de más de una veintena de libros, algunos de ellos escritos con el asesoramiento de Victorino, y por él prologados. El libro se titula: “Fraididío: Semblanza y escritos de Victorino Terradillos”. Fraididio es uno de los sinónimos con que Victorino firmaba sus poemas, es una palabra ítalo-española que traducida significa: Fraile de Dios.

La obra de Sor María Victoria puede muy bien ser considerada una autobiografía espiritual de Victorino, pues su primera parte está hecha sirviéndose de las cartas dirigidas por él a la misma María Victoria y a Sor Pilar, clarisa del Convento del Corpus de Segovia, de las que fue director espiritual durante muchos años; y la segunda parte está dedicada a hacer una lectura de la experiencia espiritual de Victorino al trasluz de sus escritos. El libro lo ha publicado por una de las principales editoriales de espiritualidad: Editorial Monte Carmelo de Burgos. Es un bellísimo libro, y quién sabe si no será una plataforma de lanzamiento de Victorino entre los espirituales franciscanos del s. XX.

La muerte lo sorprendió con numerosos trabajos comenzados o en cartera, como su colaboración en la obra “San Pedro de Alcántara: Escritos y primeros testimonios biográficos”, una obra de enorme envergadura, coordinada por este fraile que les habla, y que todavía tendrá que esperar no pocos meses para su publicación.  Ha dejado numerosos poemas inéditos, y cientos de páginas escritas a modo de artículos o breves colaboraciones sobre arte, literatura y espiritualidad, especialmente sobre San Pedro de Alcántara y Santa Teresa de Jesús.

Termino con unas palabras que el propio Victorino escribía, desde Arenas, a Sor Mª. Victoria Triviño, hablando de la comunión viva que sentía con su hermano Teódulo, que murió en  sus brazos cuando se disponían ambos a celebrar juntos la Eucaristía. Sus palabras las aplico yo al propi0 Victorino: “Me siento más en comunión con mi hermano desde que se fue al cielo, que antes que vivía en figura física: esta comunión es una gracia y una presencia”.

¡Paz y bien! Arenas de San Pedro, 11 de octubre de 2023. Julio Herranz.

Palabras de Marlene Suárez Francia, amiga e hija espiritual de Fr. Victorino:

Buenas tardes a todos:

Quiero dar las gracias en primer lugar al alcalde de Arenas de san Pedro, Juan Carlos Sánchez, y al concejal de Cultura Germán Mateos, por la invitación para participar en este Homenaje dedicado a nuestro apreciado Fr. Victorino Terradillos, “Amigo de todos”.

Voy a hablar en representación de todos aquellos que nos hemos sentido acogidos y amados por Victorino, en la “Comunidad de Fe y Amor”, porque esa es la familia que Victorino ha formado en su vida terrena. Ese fue su ideal de vida, construir una comunidad donde caben todos, para edificar la Iglesia. Y, casualmente, el papa Francisco lo dijo en su discurso en la JMJ en Lisboa, dirigida a los jóvenes: Os leo unas líneas del mensaje.

“Somos comunidad de hermanos y hermanas de Jesús, hijos e hijas del mismo Padre. En la Iglesia hay lugar para todos. El Señor no señala con el dedo, sino que abre sus brazos…, nos abraza a todos. Jesús recibe, Jesús acoge”.

La vida de Victorino, caracterizada por su cercanía, sencillez y acogida, ha logrado congregar a todos: laicos, creyentes y no creyentes, políticos, autoridades civiles y consagrados, para vivir en la verdad, en la libertad de los hijos de Dios, amor con el necesitado, la acogida, sin despreciar, ni hablar mal de nadie, esa ha sido la escuela de enseñanza de vida que nos ha dejado un “pobre de Dios”.

Respecto a su pobreza, él siempre se consideró y vivió como un “pobre de Dios”, al igual que su santo fundador san Francisco de Asís. Tenía que ser un pobre, para estar lleno de Dios. Porque con su pobreza, humildad y amor, se dejó conquistar y conquistó el corazón de Dios, quien tuvo a bien llenar su vida en plenitud, de su presencia sagrada desde el día que nació hasta llegada su muerte. De uno de los escritos de Victorino con relación a san Francisco de Asís dice: “Soy un pobre saciado por la limosna del Amor de Dios. Me han revestido sus abrazos, sus besos, y me ha convocado para el día de Fiesta más Grande, para la Resurrección. ¿Por qué a ti? ¿Podrías decirme quién eres? Soy un pobre, muy pobre. He llorado. Pero SOY UN QUERIDO DE DIOS”. Aquí Victorino habla del santo fundador, pero también escribe desde la experiencia de gracia vivida en su persona.

Respecto a la Dirección y Padre espiritual, mi relación de amistad con Victorino fue providencial, yo buscaba un padre espiritual santo, y el Señor me escuchó, y me mostró su persona. Pude encontrar en él, que vivía realmente la vida evangélica, la vida de Cristo, vivía en humildad y sencillez, no conocía la malicia del mundo. Lo que más me conquisto de su persona, fue la pureza de su corazón. Confieso que, hoy, no he logrado encontrar a una persona como él: vivía desprendido (no quería nada para sí mismo, vivió entregando toda su persona, tiempo, amor, inteligencia, sabiduría y espíritu). A ejemplo del apóstol san Pablo: puedo decir de su persona, que en su vida ya no vivía él, si no que era Cristo quien vivía en él.

Toda la vida de Victorino ha sido una expresión: explosiva, luminosa, radiante, alegre, sabia y creativa de la obra de Dios manifestada en toda su persona. Ha sido anunciador de la Palabra de Dios, Evangelizador a través de las redes sociales, (él estaba convencido que la Evangelización por los MCS llegarían a muchos y así fue). Fue promotor de la evangelización a través de su canal YouTube, Facebook, la página web, e Instagram, y sobre todo llegó a miles de personas de todo el mundo cuando todos vivimos el Centenario de san Pedro de Alcántara, aquí en Arenas de san Pedro. Victorino con sus palabras, cantos, escritos, fotos, videos, mensajes y entrevistas llegó a traspasar las fronteras de Europa. Él recibía mensajes y saludos a través de su correo personal de muchas personas de todo el mundo, llegando a ser tan querido, a nadie dejó indiferente con la revolución de las redes sociales, siempre con la novedad en los labios. De la Carta de Jozef Tomaga, sacerdote de la parroquia Okolicne-de la República Eslovaca. Dice: Me alegro mucho que gracias a sus excelentes videos en YouTube pude llegar a más, a los lugares y la espiritualidad de San Pedro de Alcántara.

Victorino, jamás buscó ser protagonista en nada, fue un siervo fiel y obediente a su Señor; nunca se quejó, ni habló mal de nadie, al contrario, ensalzaba las virtudes y las cualidades de sus hermanos, y de cualquier persona que se acercara en su vida. Respecto a su formación civil, él quiso estudiar periodismo, pero no fue posible, en su tiempo eso era un proyecto ambicioso y de poco valor en la vida religiosa, sin embargo, con su vida nos demostró que era un gran periodista, excelente orador, escritor, poeta, amante de las letras, ya que poseía el don de la escritura, porque escribía con una facilidad sin detenerse mucho en pensar. Sus escritos reflejan su vida a modo de poemas, nunca habló de su persona de modo directo, tampoco hablaba de los demás, era sumamente respetuoso de las almas.

Respecto a sus obras, llegó a escribir cuatro libros, recuerdo el día que me propuso tímidamente publicar su primer libro titulado “Lecturas y Canciones. Humanidad en el Universo”, digo tímidamente porque no era su intención, no quería ser protagonista de nada, nunca quiso aparecer delante de las cámaras, siempre le costó salir en las fotos, firmar en sus escritos, publicar un libro, etc. Como me decía él en confianza: “la culpable eres tú”, ciertamente tengo que reconocer que el Señor se sirvió de mi persona como instrumento para que Victorino saliera a la luz, era el tesoro valioso de Dios y me pude dar cuenta que todo lo que Dios había depositado en su vida, no podía estar oculto por mucho tiempo. Le animé y apoyé en todo lo que estuvo a mi alcance por permisión de Dios.

En sus homilías, jamás dejó indiferente a nadie, siempre tenía una palabra de esperanza, ánimo, llamada a la conversión, ayuda y alegría para todos. De su boca salían palabras llenas del Espíritu Santo, palabras que trasmitían vida, llenas de fuego, del fuego del amor, del que él estaba rebosante. Por eso cuando escuchábamos sus palabras, sentíamos el calor de la llama de su amor apasionado por Jesús.

En su vida se vio reflejado la figura de su amigo y hermano san Pedro de Alcántara, el Reformador de la Iglesia. Considero que Victorino ha sido un revolucionario a ejemplo de su maestro Jesucristo. Un hombre adelantado a su tiempo, porque poseía el don de profecía, veía más allá, por donde nadie imaginaba que había más, su mirada estaba llena de luz, de amor y de esperanza. Siempre lleno de vitalidad, con aires de un espíritu nuevo, rompía esquemas con su modo de ver la vida, la historia humana y la vida de la Iglesia.

Permaneció siempre con ánimo, fortaleza e iniciativa en la construcción del Reino de Dios para bien de la Humanidad, preocupado por todos, acompañado y rodeado siempre de los pobres y de los necesitados, (respecto a la pobreza, no me refiero a la pobreza material exclusivamente, aquí entramos todos, porque vivimos necesitados de la amistad y la misericordia de Dios, que se nos ofreció a través de la persona de Victorino, y que llegó a cada uno de nosotros, porque nos sentimos acogidos, amados y con dignidad, delante de su bella persona).

Respecto a su sabiduría y humildad, a todos conquistó con sus palabras suaves, dulces y delicadas, llenas de amor y de verdad, era realmente un hombre de Dios, porque estaba lleno del Espíritu Santo. Su alma era pura, toda su persona trasparentaba la obra de Dios, porque Dios pudo moldear en su vida según su voluntad. Victorino se dejó amar y transformar por el Amor de la Trinidad, porque poseía a Dios en vida, era un enamorado de Jesús, vivía en la tierra derrochando los dones y las gracias recibidas de parte de Dios a todos. Por eso fue tan querido, apreciado y amado por muchos, era y es un santo, y, la santidad se demuestra por las acciones, llegó a vivir plenamente las virtudes teologales: fe, esperanza y el amor. Sus palabras siempre fueron limpias y puras, nunca encontré en él, engaño, envidia, ni mentira, un hombre pacifico, lleno de la paz de Dios, no se irritaba con nada, ni con nadie, vivió defendiendo la verdad, la verdad de Cristo.

Porque allá por donde él iba, dejaba la huella de Dios y el buen olor de Cristo en la vida de las personas, siempre creativo, lleno de proyectos, lleno de vida. Realmente tengo que confesar que poseía la fuerza de Dios para sacar adelante tantos proyectos de la vida humana, y sin contar los proyectos que le quedaba por empezar.

Recuerdo una tarde, dos semanas antes de la caída accidental, conversábamos en la huerta del Santuario, acerca de la muerte, me pude dar cuenta que él estaba lleno de proyectos, y jamás pensó que la muerte llegaría tan pronto, como hizo Dios con su vida; para mí, Dios actuó como un ladroncillo (es una expresión en positivo), Dios tenía en sus planes llevarse la joya valiosa, y así sucedió.

En su vida trasparentó los dones de Dios, Victorino lo dio todo, entregó toda su vida a todos, sirviendo y amando. Hombre discreto, sumamente silencioso (con un silencio elocuente), vivía en oración constante, contemplativo y místico. Vivió con pasión su amor por Jesucristo en la Cruz, y por la madre buena, la Virgen María. Tenía como grandes amigos a los santos: santa Teresa de Jesús, san Juan de la Cruz, san Rafael Arnaiz, san Antonio de Padua, san Pedro de Alcántara, los padres de la Iglesia y otros más. Pude acompañar a Victorino en su experiencia de gracia, en el proceso y progreso de su vida espiritual, él era una persona de poco hablar, había que interpretar su silencio, y sus pocas palabras eran dulces y enriquecedoras cuando me daba algún consejo. A mí me dejó el legado de su espiritualidad, y lo digo con humildad, porque fue Dios quien me permitió acompañar a Victorino en su caminar, en su vida humana y espiritual. Los santos también gozaron de la amistad que procede de Dios.

Sobre la sabiduría y humildad de Victorino; él poseía la sabiduría infusa por parte de Dios desde su niñez, pero también supo colaborar con la gracia, porque como él decía: su debilidad era la lectura de los libros, y era evidente. Era un estudioso incansable. Recuerdo hace 28 años, cuando nos conocimos y le dije que tenía interés por estudiar Teología, no dudo en animarme y apoyarme, y gracias a él, he estudiado teología y aún sigo estudiando. También animó a muchas personas a escribir, a dedicarse a la poesía, el arte, la música, los idiomas, etc.

Respecto a la amistad con todos, era realmente amigo fiel, cercano, a más de uno amó con sus palabras y su sonrisa de niño, nunca perdió la pureza de su alma, hombre transparente, lleno de verdad, muy libre por el Espíritu de Dios, jamás se sometió a los poderes humanos, supo mantener en su vida humana y religiosa, la fidelidad a su esposo Cristo y a la Iglesia.

Gracias, muchas gracias por formar parte de esa familia espiritual que Victorino construyó, donde caben todos. Que sepáis que Victorino vivió amando a Todos, sin distinción, sin exclusión, en su corazón estamos todos, y ahora desde el cielo nos acompaña, porque vivimos realmente la comunión de los santos.

Arenas de san Pedro, 11 de octubre 2023 – Marlene Suárez Francia – Amiga e hija espiritual de Fr. Victorino

Germán Mateos, Concejal de Cultura del ayuntamiento arenense, dijo lo siguiente:

Estamos nuevamente en las vísperas de nuestras fiestas patronales en honor a San Pedro de Alcántara. Las más esperadas.

En este 2023, vuelven con absoluta normalidad tras estos últimos años, en los que hemos vivido la peor cara y la mejor de nuestras fiestas. Los años 20 y 21 estuvieron marcados por la pandemia, y el 22 por el éxito del IV Centenario.

Éxito conseguido en gran parte, gracias a la inmensa labor de todos y cada uno de los padres franciscanos de nuestro Santuario, y muy especialmente, gracias al Padre Victorino.

Tras las emotivas y sentidas palabras del Padre Julio y de su amiga Marlene, es difícil transmitir algo nuevo sobre el Padre Victorino, pero sí que quiero en estos pocos minutos trasladar la amistad, admiración y profunda gratitud que siento hacia su persona, en mi nombre propio, pero también en el de mis compañeros del Ayuntamiento, y seguro, de la inmensa mayoría de vecinos de Arenas.

Tuve la suerte de conocerle de cerca estos últimos años, trabajar juntos en varios proyectos, siempre dispuesto a colaborar con Arenas de San Pedro.

Quienes conocieron Fray Victorino, estarán de acuerdo conmigo en que fue un hombre que seguía a la perfección los pasos de San Pedro de Alcántara, enamorado de Cristo, feliz, que a pesar de su edad, tenía un alma joven y activo, de mente y corazón abierto, un trato agradable con todos, y un gran anfitrión de los cientos y miles de peregrinos que cada año llegan al Santuario. Tenía un altísimo nivel cultural en todos los ámbitos de la vida, y podríamos decir de él lo mismo que escribió Santa Teresa sobre San Pedro: “era de muy lindo entendimiento”.

Como Concejal de Cultura no tengo palabras para expresar la gratitud que siento hacia él, por todo lo que ha aportado para nuestra ciudad, por todo lo que ha colaborado con el Ayuntamiento de Arenas, y por cómo se ha volcado en todas las celebraciones centenarias desde el primer día.

Él siempre decía que una de sus palabras preferidas era GRACIAS.

Hoy, es a él al que damos las GRACIAS con mayúsculas, por todas las veces que ha participado como miembro del Jurado del Premio Gredos de Pintura, como gran amante y difusor de la cultura que siempre fue. Como jurado, tuvo la ocasión de conocer al gran maestro Antonio López, con el que coincidió en dos ediciones, del cual fue siempre un gran admirador.

GRACIAS, por ser parte activa de la Comisión Organizadora del IV Centenario, y haberte volcado desde el primer día, junto a tus hermanos franciscanos, en la organización de diferentes exposiciones, conferencias, la parte espiritual, como miembro del jurado en el concurso del logotipo, y de los diferentes carteles anunciadores, …

GRACIAS, por haber apostado por la recuperación del Vítor, y haber escrito las 5 décimas que ya se quedan para la historia de nuestra ciudad. Aun resuenan en nuestros oídos, cuando las recitó en el primer Vítor en las calles y plazas de Arenas, con esa alegría y energía de estar pregonando la vida de nuestro santo. Él ya no está, y otro será el que las recite, pero sin duda su poesía y sus palabras quedarán para siempre ligadas al Vítor de San Pedro de Alcántara.

Hablando de poesía y palabras, GRACIAS, por la gran labor de coordinación en la Antología Poética en torno a Fray Pedro de Alcántara, titulada Cuadro de Armonía y Belleza, donde participaron cerca de 30 poetas abulenses en esta gran obra que nos acerca a conocer la figura de nuestro santo desde otra perspectiva, dándole también una gran difusión en el mundo de las letras.

GRACIAS por tu trabajo en todo el proceso hasta que se inauguró la escultura de San Pedro Peregrino: desde patear el Berrocal junto a Jose Zapardiel en busca de la piedra apropiada para su base, a los varios viajes que hicimos al taller del escultor a Madrid para supervisar los avances y aportar correcciones. No se me olvidará el entusiasmo que ponía en las aportaciones que hacía desde el respeto absoluto a la libertad del artista. En uno de esos viajes, en el taller del fundidor coincidimos con Antonio López mientras daba los últimos retoques a las famosas puertas de la Catedral de Burgos. Os podéis imaginar al Padre Victorino, radiante de felicidad, cámara en mano, sin perder detalle, entrevistando al maestro, que ya había conocido en Arenas.

GRACIAS, por dejar el pabellón franciscano y arenense bien alto, en el viaje de Hermanamiento con San Pedro Alcántara en Marbella. En este pueblo malagueño, era todo un símbolo, ya había sido el pregonero de sus fiestas sampedreñas, y se notaba el cariño de la gente. Todos los que estuvimos allí pudimos disfrutar de unos días para el recuerdo, y vimos en primera persona, como los vivió el Padre Victorino, con total entrega, entusiasmo y alegría, al ver a dos pueblos hermanados por la fe y devoción hacia nuestro patrón común. Tengo que destacar de estos días, la gran homilía que dio Victorino, en la Plaza de la Iglesia totalmente abarrotada, en la celebración de la misa del Hermanamiento, notando su emoción en cada palabra. Al finalizar, la plaza rompió en aplausos a sus palabras, comentando la gente que nunca habían escuchado una homilía como aquella.

Victorino no solo se volcó en el IV Centenario, donde tuvo el honor de Clausurarlo como Padre Guardián del Santuario, sino que se involucraba en cada proyecto cultural en el que se le pidiese colaboración, como en el montaje de la Exposición Permanente del Pintor arensense Victorio Rodríguez, por poner un ejemplo. Por tanto, este Ayuntamiento y el pueblo de Arenas le estará siempre agradecido.

Fue una persona inquieta, incansable hasta su último día, literalmente hablando. Digo esto porque justo el día antes a su accidente, tuvimos una conversación de whassap, en la que hablábamos de la próxima inauguración del nuevo espacio sociocultural del Mercado de Abastos, y encantado con el proyecto planteaba futuras exposiciones y posibles eventos. Siempre con algo en mente. Siempre sumando.

Un hombre que vivía la actualidad y se adaptaba a los tiempos: si algo le caracterizaba en esta última etapa de su vida era su pasión por la comunicación. Le recordaremos siempre con la cámara o tablet en la mano. GRACIAS por la grandísima labor de difusión en Redes Sociales; siendo un ejemplo a seguir, de trabajo incansable para llegar con el mensaje de San Pedro a cada rincón del mundo, siempre apostando por las nuevas tecnologías. Consciente de que el mensaje evangelizador llegaría por este medio a muchos que no se acercan de otra manera a la Iglesia. Gracias a él, el Santuario de Arenas y su día a día traspasó fronteras, teniendo miles de seguidores de distintos países, dejando un patrimonio digital incomparable.

Los que somos asiduos a la novena del Santo, recordaremos siempre su recibimiento, a las puertas del Santuario, dando la bienvenida a los peregrinos todas las mañanas, grabando y diciendo “esto dentro de poco se verá en todo el mundo”.

En este pequeño pero muy merecido homenaje, podemos decir que tuvimos el privilegio de conocer a una grandísima persona. Muchas fueron sus iniciativas, muchas sus colaboraciones, mucha su huella que deja para siempre en esta ciudad. Pero me niego a decirle adiós, porque sé que siempre estará con nosotros, siempre estará presente en Arenas.

Al margen de su relación con la actividad cultural, social y artística, no quiero dejar de lado su labor espiritual y religiosa, que al fin y al cabo es su cometido como franciscano, y en ese campo lo hizo de manera intachable, y el Padre Julio y su amiga Marlene ya han dado cuenta de ello. Pero quiero destacar que a nivel personal, he tenido la suerte de poder aprender de él, de su visión de Dios, sus consejos y su sentido de la vida.

Siempre guardaré en mi corazón los pequeños y grandes momentos vividos en estos últimos años junto al Padre Victorino. Me quedo, con todo lo que nos ha enseñado en este IV Centenario, con todo lo que hemos vivido los arenenses junto a él en estos meses tan intensos, y con su alegría en todos y cada uno de los actos.

Que San Pedro de Alcántara le reciba y le lleve hasta el Padre, desde donde con toda seguridad, velará por todos los vecinos de nuestra querida comarca. Arenas será ya tu casa para siempre. Un abrazo amigo Victorino y muchas gracias por tanto.

Todos los intervinientes nos mostraron a un hombre cercano, discreto, afable, proactivo y con muchos proyectos por ejecutar. Un fraile entregado por y para los más pobres, tanto en lo material como en lo espiritual, un fraile culto que promovía la cultura por todos los lugares que visitaba, además de ser un excelente reportero y community manager, dejándonos un nutrido legado de imágenes, vídeos y escritos a través de sus RR.SS. por donde evangelizaba a los cinco continentes.

Seguidamente, el alcalde arenense, hizo entrega de una placa a la OFM del Santuario como recuerdo de este emotivo homenaje que decía lo siguiente: “El Excmo. Ayuntamiento de Arenas de San Pedro en homenaje póstumo al Padre Fray Victorino Terradillos, por su excelente labor espiritual y cultural, y su entrega constante a la ciudad de Arenas”.

Para finalizar, la hermana alcantarina, Valeria Pasquali y Fray Julio Herranz, cerraron el acto cantando el Himno del IV Centenario.

Ambos actos estuvieron acompañados por miembros de la agrupación de guitarras de la Escuela Municipal de Música “Luigi Boccherini” y con la presentación del maestro de ceremonias, Antonio Blázquez.


Enlace a la versión digital del libro de las Fiestas en honor a San Pedro de Alcántara «Hablando de nuestro Santo» que se celebran en Arenas de San Pedro del 13 al 22 de octubre de 2023. Un libro realizado por Soluciones Gráficas Álvaro, en homenaje a Fray Victorino Terradillos.

https://publuu.com/flip-book/265822/624639

FUENTE: TiétarTeve, autores y Ayuntamiento de Arenas de San Pedro
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1 COMENTARIO

  1. Bien, el homenaje al Padre Victorino que al parecer era muy querido en Arenas; pero en un acto propio y no dentro de las actividades festivas junto a la presentación del programa de las fiestas de San Pedro, porque cualquier paisano puede pensar que se intenta utilizar a la persona de Padre Victorino en la a publicidad de la gestión «pepera» de estos festejos.

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