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Aviso de huelga personal indefinida

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Pues eso, quiero avisar del comienzo de mi huelga particular, una huelga a la que unilateralmente me convoco. Me explico:

Aviso a Repsol, Campsa, y demás compañías que me suministran la gasolina –porque mi coche no es diesel- que aprendí  a circular más despacio cuando me di cuenta de que las carreteras se están convirtiendo en fincas de caza en las que en lugar de puestos de cazador hay unas maquinitas que te “cazan” cuando no te ha dado tiempo a reducir la velocidad en la entrada de un pueblo porque la furgoneta que llevas detrás está demasiado cerca o cuando tras una tempestad de señales de tráfico de todo tipo, pasas a la calma en la que no sabes ya si la pista de tres carriles por la circulas, que parece la pista de un aeropuerto, es de 100, 120 o una velocidad “extraña” (por ejemplo 70).

Por supuesto la pieza de caza eres tú. Intentaré no coger el coche para nada y no va a ser la sostenibilidad medioambiental y todo esas cosas de las cuales hablaré en otro momento.

También aviso a Honda, Rover, Renault, Citroën, Peugeot y al resto de fabricantes de automóviles, de que sigo teniendo el mismo coche desde hace más de quince y tantos años, que seguiré haciéndole reparaciones hasta que se caiga a pedazos; asímismo aprovecho para avisar a La Caixa, BBVA, Santander y demás entidades financieras que, -aunque posiblemente no me lo concedan- ni de coña  les voy a pedir un crédito para comprar un coche nuevo –por lo menos de momento-

No puedo dejar de avisar a Danone, Nestlé, Henkel, Pascual … de que tras probar muchas marcas blancas –que también fabrican ellos- he conseguido saber más o menos las que me gustan, he dejado de gastar en productos con marca, compro en supermercados económicos y todavía no me han salido granos y no me he muerto, no tengo ni más ni menos colesterol y no me ha salido un pie en la espalda.

A los fabricantes de ropa de marca no les aviso porque al precio que está la ropa de marca… Aún nos queda la ropa de las grandes superficies y cadenas de ropa barata que nos dura poco en buen estado y así vamos alcanzando el aspecto que define nuestra situación económica.

Aunque vaya en contra de mi pequeño trabajo, aviso a los de prensa en papel, que he descubierto que se puede vivir sin comprar el periódico todos los días.

Aviso a los de HBO, Netflix, Disney y otras TV de pago que ya pagamos bastante por mantener todas las TV nacionales y autonómicas. Desde que hay TDT tenemos acceso a muchos canales con los que te puedes entretener un rato, incluso hay algunos muy interesantes y el resto es la misma mierda pero gratis. Una conexión decente a internet da mucho juego y además como no me gusta el fútbol, lo tengo más fácil.

Quiero no olvidarme de avisar a las compañías discográficas a las que no voy a comprarles ningún disco porque lo puedo escuchar por internet mucho más barato. De forma parecida se extiende el aviso a las editoras de películas en DVD.  Y si me lo intentan cobrar escucharé la radio o me sentaré a leer.

Aviso a las cadenas de hoteles de que si tengo que pernoctar en algún sitio, buscaré una pensión o un hotel barato ya que para dormir lo único que necesito es una habitación digna. Yo me llevo mi gel de baño y mi cepillo de dientes, no se preocupen. A lo mejor encuentro una casa rural que sea de verdad una casa rural, no un hotel de lujo encubierto a precio de hotel de lujo o la casa de alguien que arregló la casa del abuelo a cuenta de subvenciones y te pone mala cara si la quieres alquilar.

Y para las vacaciones, ya veremos… Quizá busque en el baúl de los trastos mi vieja tienda de campaña y el camping gas.

Está claro que aguantaré con mi portátil hasta que explote o lo estampe contra la pared. Por supuesto no compraré iPad, iPhone…. iLeches, que por la tontería te cobran cuatro veces lo que realmente vale. Ya sé que es una herramienta de trabajo, mi portátil tarda diez minutos en arrancar, pero si no hay trabajo… no tengo prisa en que arranque y para trabajar en un terminal remoto, un documento o una hoja de cálculo no hace falta ser el más rápido del oeste

Es posible que avise a las compañías de teléfonía móvil de que como no vamos a poder salir de casa con tener uno para todos será suficiente.

Bueno, creo que más o menos están avisados los más importantes.

¡Ah!  Se me olvidaba. Tengo que avisar a los bancos para que no se extrañen de que retire las domiciliaciones de los recibos y deje de utilizar las tarjetas. Me molesta un poco que recibos que tienen varios días de plazo para pagarlos, se carguen instantáneamente en el primer segundo del primer día haya o no saldo y si no lo hay te claven 30 euros por descubierto. Lo de las tarjetas, mejor dejarlo para otro día.  Por cierto, he descubierto que me están cobrando 12 euros al mes por operar a través de internet, supongo que no se extrañarán de que les mande a la mierda.

¿Qué cuál es el motivo de la huelga?

Perdón por no haberlo explicado bien.

Pues un motivo sencillo (entre otros que prefiero no escribir públicamente), nuestros queridos gobernantes nos han estado bombardeando durante los últimos tres o cuatro años (por lo menos hasta antes de que les fueran pillando por sus fechorías) con un término que teníamos guardado en el fondo del cajón, quizás demasiado al fondo: Austeridad.

Bien, el Diccionario de la Real Academia Española en su acepción nº2 dice que austeridad es la mortificación de los sentidos y pasiones. No encaja. El significado de la palabra austeridad para la gente “de andar por casa”, para currantes,  excurrantes y jubilados,  significa No Comprar porque no puedo.

Los que pertenecemos a este grupo de gente, no solemos tener varios cargos o si los tenemos no cobramos por ello, no tenemos varios sueldos,  no tenemos tarjetas de crédito con vidas infinitas, no nos encontramos sobres con “donativos” ni nos toca la lotería diecisiete veces seguidas.

Para nosotros la austeridad no es tener menos coches oficiales,  no es viajar en clase turista en lugar de business, no es tener menos asesores ni protestar porque no nos reponen el iPad que “hemos perdido”.

Para nosotros austeridad es lisa y llanamente no comprar. Si a este cóctel le añades una reforma laboral que no parece que haya arreglado mucho las cosas, la precariedad de los empleos, el porcentaje de personas que no tienen trabajo, el montón de mil-euristas que está pasando a seiscientos-euristas,  jubilados que cobran una pensión de mierda, la aniquilación de la clase media que es la que mantiene los países gracias al consumo y el pago de impuestos, el éxodo de los jóvenes más preparados a otros lugares, la reducción de pagas… 

Vamos que quienes se han dado palmaditas en la espalda celebrando los logros de la política de austeridad, ahora van a tener que dar palmaditas en la espalda pero de pésame a aquellos que tienen que cerrar sus bares (lo nunca visto, cerrar bares en España), sus tiendas, en definitiva,  los negocios que hacen que la rueda de la economía se mueva.

Bueno, pues dicho esto, empiezo mi huelga particular y creo que sin necesidad de convocarla ni anunciarla en los medios de comunicación, será seguida por muchos.

¿Hasta cuándo la huelga? Pues desgraciadamente hasta cuando los que nos han organizado todo este barullo se den cuenta de que no compraremos lo que ellos tienen necesidad de vender y de la misma forma que inventaron triquiñuelas económicas que han provocado esta situación, se inventen la forma de que desconvoquemos la huelga y empecemos a consumir.

Lo que me preocupa es que mientras se deciden o se lo piensan, habrá mucha gente a la que será muy difícil rescatar del pozo en el que nos estamos metiendo día a día. Será muy difícil que los bancos dejen de acogotarnos envalentonados por los rescates pagados con nuestro dinero y que nunca devolverán mientras en las noticias se quejan de que han ganado menos que el año pasado.

La rueda de la economía se está parando, los que estábamos dentro haciéndola girar nos estamos bajando. O lo que es peor, nos estamos cayendo y existe el riego de que si se la rueda se para y se cae ¿adivinan a quiénes va a aplastar..?

No sé cuánto tiempo se prolongará esta huelga. ¿Y usted?

Fco. J Huerta (2014)

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